La mente humana no está hecha para
comprender ciertos misterios…
No entendemos la muerte, ni el amor.
No entendemos el viento, o el cauce de
un río,
ni las rutas de las estrellas, ni la
vida
No entendemos el color camaleón del
cielo, ni las alas de una mariposa.
Porque esas cosas no se razonan, o se
comprenden.
Sólo se admiran, se contemplan, se
sienten.
Se viven.
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