La lluvia golpeando sobre el techo.
El olor a pasto recién cortado.
El sabor del pan de campo.
La mirada de un anciano.
Los juegos de los niños.
Seguir el vuelo de un águila.
Un jugo de naranja exprimido.
Una sonrisa espontánea.
La sabiduría de la naturaleza.
Mantener la mente libre y limpia.
La tarta de jengibre de mi viejo.
Una puesta de sol en el mar.
El nacimiento de un hijo.
Los discos de los Beatles.
La fuerza contenida de un glaciar.
La cazuela de choclo de mi abuela.
Estar enamorado.
Un café caliente en una mañana fría.
Verme en los ojos de mis mascotas.
Encontrar algo perdido por años.
Leer y admirar a Thich Nhat Hanh.
Sentir curiosidad y ganas de aprender.
Escuchar el silencio.
Lucir la bufanda que me tejió mi vieja.
Componer una canción.
Ser agradecido.
Tener en quién confiar.
Ver pasar una estrella fugaz.
Predicar con el ejemplo.
Armar y remontar un barrilete.
Hacer germinar una semilla.
Tomar un helado.
Aprender a perdonar y a compartir.
Abrazar un árbol.
Trabajar en lo que uno ama...
No esperar los grandes acontecimientos y en cambio prestar atención a esos pequeños momentos que, día tras día, van construyendo una vida feliz.
Jorge Cohen Mauer
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