No pudiste hacer otra cosa, porque no la hiciste.
Todo lo que hiciste en el pasado es perfecto de acuerdo
al nivel de conciencia que tenías aquel entonces.
Si ahora lo puedes ver diferente, celebra tu toma de
conciencia, pero no le des gusto al ego, de controlarte con su arma más
poderosa: ‘La culpa’.
Alejandra baldrich
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