No esperes que las cosas sean diferentes a como son.
No esperes que los
demás sean diferentes a como son.
Abraza lo que sucede
tal como es.
La aceptación es el
pincel con el que pintar una vida serena, armoniosa y pacífica.
Acéptate tal como eres.
Acepta a los demás tal
como son.
Acepta la vida tal
como es.
E incluso acepta que
no te acepten.
Aceptar no quiere decir resignarse, ser indiferente o poner la otra mejilla.
Aceptar no quiere decir resignarse, ser indiferente o poner la otra mejilla.
Más bien significa
comprender la razón de ser que mueve a las personas y a la vida a ser como son
en cada momento.
Quien aprende a aceptar,
aprende a fluir.
Y quien fluye…
¡Madre mía! No hay
palabras para explicar lo que sucede entonces…
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