La rayuela se juega con una piedrita
que hay que empujar con la punta del zapato. Ingredientes: una acera, una
piedrita, un zapato, y un bello dibujo con tiza,
preferentemente de colores.
En
lo alto está el Cielo, abajo está la Tierra, es muy difícil llegar con la
piedrita al Cielo, casi siempre se calcula mal y la piedra sale del dibujo.
Poco
a poco, sin embargo, se va adquiriendo la habilidad necesaria para salvar las
diferentes casillas (rayuela caracol, rayuela rectangular, rayuela de fantasía,
poco usada) y un día se aprende a salir de la Tierra y remontar la piedrita
hasta el Cielo, hasta entrar en el Cielo, lo malo es que justamente a esa
altura, cuando casi nadie ha aprendido a remontar la piedrita hasta el Cielo,
se acaba de golpe la infancia y se cae en las novelas, en la angustia al divino
cohete, en la especulación de otro Cielo al que también hay que aprender a
llegar.
Y
porque se ha salido de la infancia se olvida que para llegar al Cielo se
necesitan, como ingredientes, una piedrita y la punta de un zapato.
Julio Cortázar
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