Cuando estaba vacía
sucumbía al espanto
de ser manejada
por el humor o el encanto
de quien jugara con mi vida
Cuando estaba vacía
bebía la frustración y el enojo
de los demás que a su antojo
se quitaban su amargura
y yo en mi la recibía.
sucumbía al espanto
de ser manejada
por el humor o el encanto
de quien jugara con mi vida
Cuando estaba vacía
bebía la frustración y el enojo
de los demás que a su antojo
se quitaban su amargura
y yo en mi la recibía.
Y así paso el tiempo
hasta que por suerte un buen día
comencé a escuchar
lo que yo misma me estaba hablando
y vi que de mi boca nacían
palabras de flores, ramas y hojas
y comencé a pertenecer
al clan de las brujas locas
que viven amando cada paso que caminan
Porque a ellas nadie nada les quita
Son ellas que elijen darlo.
hasta que por suerte un buen día
comencé a escuchar
lo que yo misma me estaba hablando
y vi que de mi boca nacían
palabras de flores, ramas y hojas
y comencé a pertenecer
al clan de las brujas locas
que viven amando cada paso que caminan
Porque a ellas nadie nada les quita
Son ellas que elijen darlo.
Alejandra Baldrich
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