Hay
una frase de Alejandro Dumas, el autor de Los tres mosqueteros:
"Si el niño es tan maravilloso
cuando nace,
¿Por qué de adulto se convierte en algo
tan estúpido?
Debe ser por la educación".
Desedúcate,
sé humilde, sé simple.
Inclínate
ante la grandeza de una flor, de una nube, de un insecto.
No
seas nada.
No
seas nadie.
Sé
literalmente una nada.
Y
cuando estés completamente vacío, el recipiente se puede llenar de todo lo que
realmente sos de verdad.
¿Quién
puede herir a un ego que ya está vacío?
En
ese momento ya sos invencible, ilimitado, eterno…
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