Sólo hay una forma de hacerlo: dedicándote por completo.
Haz un corte transversal en tu vida y examínala.
Hay dos tipos de cosas: las útiles y las inútiles.
Abandona todo lo superfluo y quédate con lo importante.
Examina lo importante.
Elige ahora lo realmente importante.
Será evidente que debes dedicarte a una tarea en particular.
Para ello, reúne tus ejércitos, respira hondo y salta.
Concéntrate en tu objetivo y nunca lo pierdas de vista.
Sumérgete en lo que tienes que hacer y dedícate con
disciplina guerrera a ello.
Trabaja día y noche, con tesón y voluntad inquebrantable.
Descansa lo necesario, reposa unos instantes y sigue
adelante.
No descuides, sin embargo, tu vida.
Debes dormir bien y
comer sanamente para seguir adelante.
El Oráculo del Guerrero
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