Los años pasan, las
manos tiemblan, los pies se cansan.
Tu piel se arruga, tu vos se apaga, pero en tu rostro,
la risa amable, la dulce paz, jamás se acaba.
Y es que en tu risa, y tus ojos vivos no pasa el tiempo,
no daña el viento, revelan tu alma.
Tu piel se arruga, tu vos se apaga, pero en tu rostro,
la risa amable, la dulce paz, jamás se acaba.
Y es que en tu risa, y tus ojos vivos no pasa el tiempo,
no daña el viento, revelan tu alma.
Misael Fuentes Zavala
No hay comentarios.:
Publicar un comentario