Don Juan dice a Carlos que al conocimiento se va con miedo y respeto, pero con confianza en sí mismo. Para ser hombre de conocimiento se tiene que actuar como guerrero e iniciar la lucha sin entregarse, sin quejas ni titubeos, hasta lograr "ver" y darse cuenta de que nada importa. Explica Don Juan que la parte más asombrosa de las criaturas ovoides es un grupo de fibras luminosas que surgen alrededor del área donde se ubica el ombligo. Dice que las fibras de las personas débiles son cortas y casi invisibles y que, por el contrario, las fibras de las personas fuertes son largas y luminosas. Gracias a estas fibras un hombre que puede "ver" se da cuenta del estado y la naturaleza de alguna persona; puede, incluso, saber si esa persona también puede "ver". Don Juan Carlos Castaneda |
No hay comentarios.:
Publicar un comentario