El mundo ha conocido locos tan hermosos.
De hecho, todos los grandes hombres del mundo han sido un poco locos, locos ante los ojos de la masa.
Su locura residía en que no eran desgraciados, no sufrían de ansiedad, no temían a la muerte, no se preocupaban de trivialidades.
Vivían cada momento con Totalidad e Intensidad, y a causa de esa totalidad e intensidad, su vida se convirtió en una hermosa flor, estaban llenos de fragancia, amor, vida y risa.
Pero esto hiere a los millones de personas que te rodean.
No pueden aceptar la idea de que hayas conseguido algo que ellos no lograron; intentarán de todas las formas convertirte en un miserable.
Su condena no es más que un esfuerzo por hacerte infeliz, por destruir tu danza, por arrebatar tú alegría, para que así, puedas volver al rebaño.
Osho
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