viernes, 29 de mayo de 2020

Libre


El anciano general, triunfador de mil batallas, estaba en su casa apreciando su colección de antigüedades.
Tomó un precioso jarrón de porcelana para mirarlo detenidamente y, al volver a ponerlo en su lugar, casi se le cae.
Con un movimiento desesperado atrapó el jarrón en el aire y dijo:
-¡Huy! ¡Qué susto!
Al rato pensó:
-He dirigido a miles de soldados, enfrentando muchas situaciones de vida o muerte y jamás sentí miedo. ¿Por qué hoy me asusté tanto a causa de una vasija?
Finalmente, el anciano comprendió que la causa de su miedo era el apego al objeto deseado y el temor a perderlo.
Entonces, tomó el jarrón y lo arrojó contra el piso, rompiéndolo en mil pedazos.
El general nunca se sintió tal libre.

Tomado de Facebook
muro de Daniel Paz

No hay comentarios.:

Publicar un comentario