miércoles, 27 de mayo de 2020

Beber El Té


Beber el té es saber que cuando llega a su límite comienza una mudanza hacia su contrario (物极必反 Wùjíbìfǎn).
Es el punto del Yang supremo que no puede eternizarse en el tiempo, cerrando un ciclo sin realizar ese corte de forma brusca, sino tratando de bajar de la cumbre al valle para comenzar otro ascenso.
Una situación sucede a otra sin interrupción.
Una ola llega a la playa hasta un punto, retrocede absorbida por otra ola que llega y finaliza en otro punto, ninguna de estas olas son iguales, pero se comportan de la misma manera, son suaves si no encuentran oposición, golpean con fuerza cuando algo se interpone en su camino.
Al acercarnos la taza de té́ a los labios nos llegará el aroma y si bebemos con tranquilidad y a sorbos cortos, el líquido penetra por la garganta unido al aire de la inspiración que es la fuerza que transporta sabores aromas y realizando una curva vuelve a salir al exterior a través de las fosas nasales, cargado de los valores intangibles que le ha aportado el té, pero si no somos pacientes a la hora de beber, el té nos golpeará con otra energía que es la que ha permitido que las hojas de té se vacíen de gran parte de su contenido, y es el calor que le ha dado el fuego.
Olas, té, Tai Chi Chuan, todos ellos tienen un comportamiento mediante la suavidad, y otro totalmente opuesto ante la oposición.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario