viernes, 14 de septiembre de 2018

Un Pescador








Cuenta León Tolstoi que un hombre rico y emprendedor se horrorizó cuando vio a un pescador tranquilamente recostado junto a su barca, contemplando el mar y fumando apaciblemente su pipa, después de haber vendido el pescado.













 “¿Por qué no has salido a pescar?”
Le preguntó el hombre emprendedor.

“Porque ya he pescado bastante por hoy”
Respondió el apacible pescador.

“¿Por qué no pescas más de lo que necesitas?”
Insistió el industrial.

“¿Y qué iba a hacer con ello?”
Preguntó a su vez el pescador. 

 “Ganarías más dinero y podrías poner un motor nuevo y más potente a tu barca. Y podrías ir a aguas más profundas y pescar más peces. Ganarías lo suficiente para comprarte unas redes de nylon, con las que sacarías más peces y más dinero. Pronto ganarías para tener dos barcas… Y hasta una verdadera flota. Entonces serías rico y poderoso como yo”.
Fue la respuesta.

“¿Y que haría entonces?”
Preguntó de nuevo el pescador.

 “Podrías sentarte y disfrutar de la vida”
Respondió el hombre emprendedor.

 “¿Y qué crees que estoy haciendo en este preciso momento?”
Respondió sonriendo el apacible pescador.
 





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