Don Juan me explicó que el mundo que percibimos no tiene existencia trascendental.
Como estamos familiarizados con él creemos que lo que percibimos es un mundo de objetos que existen tal como los percibimos, cuando en realidad no hay un mundo de objetos, sino, más bien, un universo de emanaciones del Águila.
Esas emanaciones representan la única realidad inmutable.
Es una realidad que abarca todo lo que existe, lo perceptible y lo imperceptible, lo cognoscible y lo incognoscible...
Carlos Castaneda
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