Cuando la paz interior desaparece Y ocupa su lugar la inquietud y el desconsuelo Me entrego al dulce y melodioso canto del pájaro Que armonioso canta su canción O al susurro del viento entre los pinos de la montaña. Bebo una taza de té Y converso con un amigo que pasa Me entrego al circular movimiento del Taiji Y soy uno nuevamente con el universo. Cuando la paz interior regresa Y ya no ocupa su lugar la inquietud y el desconsuelo Subo la montaña para llegar hasta el pequeño templo Allí donde las nubes besan las montañas. Entonces me entrego a la meditación Sentado en una roca junto al río Me convierto en un ave Y salgo a volar por el cielo. Es posible que vanos pensamientos Asalten nuestra mente queriendo perturbar esa paz Solo la convicción de que no estamos solos Y que formamos parte de un todo Es consuelo del alma Y sana el corazón…
Autor desconocido Agradezco a quien lo ha compartido
|
No hay comentarios.:
Publicar un comentario