Las personas pasan la mayor parte de su vida sintiéndose ofendidas por lo que
“alguien” les hizo.
¡Nadie, te ha ofendido, “TÚ” te sientes ofendido!
Las expectativas que “TÚ” esperabas de esas
personas son las que te hieren, expectativas que creas “TÚ” con tus
pensamientos.
“TÚ” esperabas que tus padres te dieran más amor…
¡no te ofendas!... son “TUS” expectativas de “unos padres ideales”, pero seguro
que ellos lo hicieron lo mejor que supieron y pudieron.
“TÚ” esperabas que tu pareja reaccionara de una
manera y no lo hizo… tu pareja no te ha hecho nada, es la diferencia entre lo
que “TÚ” esperabas, y lo que ella sintió lo que te hiere.
Nuevamente, “TUS” expectativas te ofenden.
¿Decepcionado con Alguien? ¡¡MUY MAL!! … es “TÚ”
creencia de lo que esperas de ese Alguien la que te ofende.
La sensación de sentirte herido por lo que te hacen
los “otros”, se irá cuando “TE” conozcas mejor y “TE” quieras un poco más.
Nacemos limpios, sin maldad… ¡¡inocentes!! Pero esa
“pureza” es suprimida y sustituida por conceptos que nuestros padres, colegios,
sociedad y los medios nos enseñan.
Nos “programan” con un guión erróneo de cómo deben
ser las cosas, los conceptos y prioridades de la vida, porque “ellos” a su vez
fueron “programados” antes.
Las experiencias negativas suelen ser más
traumáticas que las positivas.
Cuando una persona es “maltratada” por no haber
cumplido las “expectativas” que se esperaban de ella, acumula esas experiencias
en su memoria, y, al repetirse una situación parecida, es cuando aparecen los
miedos y desconfianzas hacia esa nueva persona por si se repiten las mismas
situaciones que le hicieron sufrir anteriormente…
Uno de los mayores problemas es tratar de imponer
“TU” criterio sobre otra persona intentando guiar su vida; “ella” se niega y
creas resentimientos entre ambos… te sientes ofendido porque no te hizo caso, y
la otra persona también porque no la aceptas como es.
Se crea un círculo vicioso.
Todas las personas tienen el derecho Universal de
guiar su propia vida y aprender de sus propios errores… ¡¡¡DÉJALOS SER!!! …
¡¡¡NADIE TE PERTENECE!!!
Cuando los colonos americanos querían comprar sus
tierras a los Pieles Rojas, estos les contestaron: ¿Comprar nuestras tierras?...
¡Si no nos pertenecen! Ni el curso de las aguas, ni el aire, ni nuestros
hermanos los búfalos que solo cazamos para sobrevivir.
¡No son nuestros! ¡Es una idea desconocida para
nosotros!
Las personas son como un río caudaloso, cualquier
intento de manipularlas te perjudicará y te hará sufrir. Ámalas, disfrútalas y
déjalas ir.
Los elementos naturales, los ríos, las personas,
las plantas, los animales, no se pueden comprar, no son tuyos, los puedes
disfrutar como parte de la naturaleza.
¿CÓMO PUEDO PERDONAR ENTONCES?
Entiende que nadie te ha ofendido, Son tus
“EXPECTATIVAS” de cómo deberían actuar los demás lo que te molesta.
Estas ideas son el resultado de las influencias
externas a lo largo de tu período de aprendizaje.
La mayoría de las personas NUNCA van a ser y
comportarse como tú deseas, porque son “LIBRES”.
Nadie es tu propiedad.
Ni padres, hijos, amigos y parejas.
Todos somos parte del engranaje de la naturaleza.
Deja fluir las cosas sin intentar controlarlas.
Ama, respeta, vive y deja vivir.
No pienses demasiado.
Fluye con la vida y acepta sus experiencias y
enseñanzas.
Olvídate de tus traumas y confía a pesar de volver
a equivocarte.
Mírate al espejo, y observa la piedra en tu ojo
antes de mirar la mota de polvo en tu semejante.
Deja “SER” a las personas.
Deja que guíen su vida según su propio criterio. Es
“SU” responsabilidad.
Dales consejos, “SOLO SI TE LO SOLICITAN”
Es “SU” derecho Universal: “LIBRE ALBEDRÍO y
LIBERTAD”
La perfección solo existe en el “UNIVERSO”
Ningún ser humano es perfecto aquí en la Tierra,
pues hemos venido a aprender y estamos condicionados por los miedos y los egos.
Para el pez, un mar perfecto sería aquel donde no
hay depredadores, NO es así y solo le queda aceptar y disfrutar su realidad
natural.
No intentes cambiar las personas a tu forma de ser,
ámalas tal como son y acéptalas como el pez acepta al mar de forma natural.
La vida es demasiado corta y es un lujo malgastar
nuestro tiempo en mal pensar y resentirnos por las ofensas de otros.
Sacúdete el veneno del rencor y la envidia,
reconcíliate con la vida, sé feliz y ama a todos sus seres.
El tiempo lo cura todo, deja que tus heridas sanen.
Apóyate en un buen amigo que sepa escuchar, aprende
honestamente de tus errores, trabaja el perdón y verás que te beneficia a tí
más que a nadie.
¡¡¡Déjate fluir y sé feliz!!!