Un hombre estaba remando en su bote
corriente arriba durante una mañana muy brumosa.
De repente vio que otro bote venía
corriente abajo, sin intentar evitarle.
Avanzaba directamente hacia él, que
gritaba:
- ¡Cuidado!¡ Cuidado!
Pero el bote le dio de pleno y casi
le hizo naufragar.
El hombre estaba muy enfadado y
empezó a gritar a la otra persona para que se enterara de lo que pensaba de
ella.
Pero cuando observó el bote más de
cerca, se dio cuenta que estaba vacío.
|
A
veces las historias más cortas son las que más nos enseñan, y esta, con unas
pocas frases, nos muestra una de las enseñanzas más valiosas de la vida.
El
río representa la vida, que tiene su curso, el barco que baja con la corriente,
son los acontecimientos de la vida que vienen hacia nosotros, que nos empeñamos
en ir contracorriente.
Cuando
en la vida nos suceden cosas inesperadas es fácil que pensemos que tenemos mala
suerte, que el destino nos ha jugado una mala pasada, y nos empeñamos en ver
los acontecimientos según nos beneficien o no.
Pero
el universo tiene sus leyes, sus normas, y pensar que lo hace por nosotros es
un verdadero error que nos puede hacer sentir desgraciados.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario