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Si no perdonas, te enfermas tú de
tanto dolor.
De tanta rabia.
De tanto sufrimiento.
Porque la amargura, o tu deseo de
venganza sólo te lastima a ti.
A la otra persona ni le afecta.
Y ese estrés te baja las defensas, te
intoxica, y te enferma.
¿Aún crees que perdonar es darle algo
a quien te hizo daño?
Perdonar te hace libre a ti.
Y sólo a ti.
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