La
fluidez del agua es una imagen central en la filosofía taoísta y en los textos
clásicos chinos como metáfora de la verdadera naturaleza del universo o TAO,
término que suele traducirse como el ‘camino’.
El
TAO fluye inexorable, es la ley del cambio que rige todas las cosas, fuente de
orden y equilibrio.
El
agua también fluye entre los obstáculos y los vence suavemente sin enfrentarse
a ellos.
No
lucha y por tanto jamás podría ser derrotada, siempre vence y alcanza su
destino que es el mar.
Mientras
las artes marciales externas preparan el cuerpo para el combate, en los estilos
internos el practicante elude cualquier enfrentamiento con el mundo o con uno
mismo y logra sus metas emulando al agua: eligiendo el camino de menor resistencia
y liberando el poder inherente de su propia naturaleza.
Se
dice que: ‘Quien sigue al TAO se hace Uno con el TAO y se vuelve como el agua.’
Marta Respiraryfluir |
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