Aprendiz de
bárbaro, a veces creo que si apagáramos al hombre su ambición de centauro, si
desmontáramos tantos falsos jinetes de las estatuas ecuestres y solo quedaran
en los parques caballos de bronce tras las rejas de la lluvia, podríamos
cambiar la pompa de los museos por la humildad de los establos.
Es cuestión de
oficio saber qué parte de una estatua cercenar.
Juan Manuel Roca
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