sábado, 30 de diciembre de 2017

Llaves Maestras

La humildad y la sencillez son las llaves maestras que abren todas las puertas del mundo.
Donde hay soberbia, allí abrá ignorancia.
Donde hay humildad, allí abrá sabiduría.


Buda

jueves, 28 de diciembre de 2017

No Tienes Que Pelear

No tienes que pelear.
Solo tienes que seguir eligiendo la Verdad.
Sólo elige.
Deja que la Gracia pelee por ti, si fuera necesario.
Simplemente sigue eligiendo, 'Sí, elijo la verdad'.
Y cuando la fuerza que lo deja todo al descubierto llegue, permanece completamente desnudo delante de ella.
Este es el gran coraje que debes tener.
Cuando surge el impulso de profundizar en algo, no tengas miedo, porque esta fuerza está contigo en este momento.
Mantente vacío. 
Eso es todo.
Cuando estás vacío, eres más poderoso,
porque estás presente. Estas despierto. 
Estás vivo.
Y no eres nada.

 Mooji


 



miércoles, 27 de diciembre de 2017

El Matrimonio

Dejad que los vientos del cielo dancen entre vosotros.
Amaos el uno al otro, pero no hagáis del amor una atadura.
Que sea, más bien, un mar movible entre las costas de vuestras almas.
Llenaos el uno al otro vuestras copas, pero no bebáis de una sola copa.
Daos el uno al otro de vuestro pan, pero no comáis del mismo trozo.
Cantad y bailad juntos y estad alegres, pero que cada uno de vosotros sea independiente.
Dad vuestro corazón, pero no para que vuestro compañero lo tenga, porque sólo la mano de la Vida puede contener los corazones.
Y estad juntos, pero no demasiado juntos,
porque los pilares del templo están aparte.
Y, ni el roble crece bajo la sombra del ciprés 

ni el ciprés bajo la del roble. 


Kahlil Gibran

martes, 26 de diciembre de 2017

¿Sabías Que Pensar Es Una Adicción?






























¿Sabías que pensar es una adicción?

Creemos que las cosas pueden salir mal si no las pensamos primero...


Todo fluirá y saldrá mucho mejor si soltamos 
y dejamos que el universo se encargue...

domingo, 24 de diciembre de 2017

La Luz Que Eres Tú

No te desalientes 
si el mundo está roto.
Todas las cosas se rompen.
Y todas pueden ser reparadas.
No se reparan con el tiempo, 
como dicen, sino con la intención.
Así que anda, 
Ama intencionalmente, 
Ama con extravagancia e incondicionalidad.
En la oscuridad, el mundo roto 
espera la luz que eres tú.
 
L.R. Knost

Sinfonía De Las Estrellas

Montaje creado Bloggif
Yo soy un borracho de otro tipo de taberna,
danzo en una tonada silenciosa.
Yo soy la sinfonía de las estrella.

Rūmī

sábado, 23 de diciembre de 2017

Soy Capitán De Mi Alma


Más allá de la noche que me cubre
negra como el abismo insondable,
doy gracias a los dioses que pudieran existir
por mi alma invicta.
En las azarosas garras de las circunstancias
nunca me he lamentado ni he pestañeado.
Sometido a los golpes del destino
mi cabeza está ensangrentada, pero erguida.
Más allá de este lugar de cólera y lágrimas
donde yace el Horror de la Sombra,
la amenaza de los años
me encuentra, y me encontrará, sin miedo.
No importa cuán estrecho sea el portal,
cuán cargada de castigos la sentencia,
soy el amo de mi destino:
soy el capitán de mi alma.



Invictus
William Ernest Henley 
(Long John Silver)

viernes, 22 de diciembre de 2017

Desaprender

Nosotros no tenemos que aprender nada,
de hecho tenemos que desaprender todo
y dejar ir todos los conceptos e ideas,
pues las palabras e ideas no son reales.


Nisargadatta Maharaj
 

martes, 19 de diciembre de 2017

La Fuerza Y El Coraje















 

Se necesita tener fuerza para ser firme, pero se precisa coraje para ser gentil.
Se necesita tener fuerza para defenderse, pero se precisa coraje para bajar la guardia.
Se necesita tener fuerza para ganar una guerra, pero se precisa coraje para rendirse.
Se necesita tener fuerza para hacer lo correcto, pero se precisa coraje para tener dudas.
Se necesita tener fuerza para mantenerse en forma, pero se precisa coraje para permanecer de pie.
Se necesita tener fuerza para sentir el dolor de un amigo, pero se precisa coraje para sentir el propio.
Se necesita tener fuerza para esconder los propios males, pero se precisa coraje para poder mostrarlos.
Se necesita tener fuerza para soportar los abusos, pero se precisa coraje para detenerlos.
Se necesita tener fuerza para estar solo, pero se precisa coraje para pedir apoyo.
Se necesita tener fuerza para amar, pero se precisa coraje para ser amado.
Se necesita tener fuerza para sobrevivir, pero se precisa coraje para vivir.

 

domingo, 17 de diciembre de 2017

Mujeres Lindas


Cuenta la leyenda que al principio del mundo, cuando Dios decidió crear a la mujer, encontró que había agotado todos los materiales sólidos en el hombre y no tenía más de que disponer. 

Ante este dilema y después de profunda meditación, hizo ésto: tomo la redondez de la luna, las suaves curvas de las olas, la tierna adhesión de la enredadera, el trémulo movimiento de las hojas, la esbeltez de la palmera, el tinte delicado de las flores, la amorosa mirada del ciervo, la alegría del sol y las gotas del llanto de las nubes, la inconstancia del viento y la fidelidad del perro, la timidez de la tórtola y la vanidad del pavo real, la suavidad de la pluma de un cisne y la dureza del diamante, la dulzura de la paloma y la crueldad del tigre, el ardor del fuego y la frialdad de la nieve. 
Mezclo tan desiguales ingredientes, formó a la mujer y se la dio al hombre. 
Después de una semana vino el hombre y le dijo: 
¡¡¡Señor, la criatura que me diste me hace desdichado, quiere toda mi atención, nunca me deja solo, charla incesantemente, llora sin motivo, parece que se divierte al hacerme sufrir y vengo a devolvértela porque no puedo vivir con ella!!! 
Bien contestó Dios y tomó a la mujer. 
Pasó otra semana, volvió el hombre y le dijo: 
Señor me encuentro muy solo desde que te devolví a la criatura que hiciste para mí, ella cantaba y jugaba a mi lado, me miraba con ternura y su mirada era una caricia, reía y su risa era música, era hermosa a la vista y suave al contacto, me cuidaba y protegía cuando lo necesitaba, me daba dulzura, ternura, comprensión y amor sin condiciones; por favor Dios, devuélvemela porque no puedo vivir sin ella!!! 
Ya veo dijo Dios, ahora valoras sus cualidades, eso me alegra mucho.
Claro que puedes tenerla de nuevo, fue creada para ti, pero no olvides cuidarla, amarla, respetarla y protegerla, porque de no hacerlo, corres el riesgo de quedarte de nuevo sin ella y ya no atenderé tus reclamos...
 

La Furia Y La Tristeza


En un reino encantado donde los hombres nunca pueden llegar, o quizás donde los hombres transitan eternamente sin darse cuenta...
En un reino mágico, donde las cosas no tangibles, se vuelven concretas...
Había una vez...
Un estanque maravilloso.
Era una laguna de agua cristalina y pura donde nadaban peces de todos los colores existentes y donde todas las tonalidades del verde se reflejaban permanentemente...
Hasta ese estanque mágico y transparente se acercaron a bañarse haciéndose mutua compañía, la tristeza y la furia.
Las dos se quitaron sus vestimentas y desnudas, las dos, entraron al estanque.
La furia, apurada (como siempre está la furia), urgida -sin saber por qué- se baño rápidamente y más rápidamente aún salió del agua...
Pero la furia es ciega, o por lo menos, no distingue claramente la realidad, así que desnuda y apurada, se puso, al salir, la primera ropa que encontró...
Y sucedió que esa ropa no era la suya, sino la de la tristeza...
Y así vestida de tristeza, la furia se fue.
Muy calma, y muy serena, dispuesta como siempre, a quedarse en el lugar donde está, la tristeza terminó su baño y sin ningún apuro, o mejor dicho sin conciencia del paso del tiempo, con pereza y lentamente, salió del estanque...
En la orilla encontró que su ropa ya no estaba.
Como todos sabemos, si hay algo que a la tristeza no le gusta es quedar al desnudo, así que se puso la única ropa que había junto al estanque, la ropa de la furia.
Cuentan que desde entonces, muchas veces uno se encuentra con la furia, ciega, cruel, terrible y enfadada, pero si nos damos el tiempo de mirar bien,
encontramos que esta furia que vemos, es sólo un disfraz, y que detrás del disfraz de la furia, en realidad... está escondida la tristeza.


Jorge Bucay