Donde hay soberbia, allí abrá ignorancia.
Donde hay humildad, allí abrá sabiduría.
UNA MENTE TRANQUILA... Un lugar más, donde compartimos la sabiduría a través de frases, imágenes y vídeos.
No tienes que pelear.
Solo tienes que seguir eligiendo la Verdad.
Sólo elige.
Deja que la Gracia pelee por ti, si fuera necesario.
Simplemente sigue eligiendo, 'Sí, elijo la verdad'.
Y cuando la fuerza que lo deja todo al descubierto llegue, permanece completamente
desnudo delante de ella.
Este es el gran coraje que debes tener.
Cuando surge el impulso de profundizar en algo, no tengas miedo, porque esta
fuerza está contigo en este momento.
Mantente vacío.
Eso es todo.
Cuando estás vacío, eres más poderoso,
porque estás presente. Estas despierto.
Estás vivo.
Y no eres nada.
Mooji
Se necesita tener fuerza para ser firme, pero
se precisa coraje para ser gentil.
Se necesita tener fuerza para defenderse, pero se precisa coraje para bajar la
guardia.
Se necesita tener fuerza para ganar una guerra, pero se precisa coraje para
rendirse.
Se necesita tener fuerza para hacer lo correcto, pero se precisa coraje para
tener dudas.
Se necesita tener fuerza para mantenerse en forma, pero se precisa coraje para
permanecer de pie.
Se necesita tener fuerza para sentir el dolor de un amigo, pero se precisa
coraje para sentir el propio.
Se necesita tener fuerza para esconder los propios males, pero se precisa
coraje para poder mostrarlos.
Se necesita tener fuerza para soportar los abusos, pero se precisa coraje para
detenerlos.
Se necesita tener fuerza para estar solo, pero se precisa coraje para pedir
apoyo.
Se necesita tener fuerza para amar, pero se precisa coraje para ser amado.
Se necesita tener fuerza para sobrevivir, pero se precisa coraje para vivir.
En un reino encantado donde los hombres nunca pueden llegar, o quizás donde
los hombres transitan eternamente sin darse cuenta...
En un reino mágico, donde las cosas no tangibles, se vuelven concretas...
Había una vez...
Un estanque maravilloso.
Era una laguna de agua cristalina y pura donde nadaban peces de todos los
colores existentes y donde todas las tonalidades del verde se reflejaban
permanentemente...
Hasta ese estanque mágico y transparente se acercaron a bañarse haciéndose
mutua compañía, la tristeza y la furia.
Las dos se quitaron sus vestimentas y desnudas, las dos, entraron al estanque.
La furia, apurada (como siempre está la furia), urgida -sin saber por qué- se
baño rápidamente y más rápidamente aún salió del agua...
Pero la furia es ciega, o por lo menos, no distingue claramente la realidad,
así que desnuda y apurada, se puso, al salir, la primera ropa que encontró...
Y sucedió que esa ropa no era la suya, sino la de la tristeza...
Y así vestida de tristeza, la furia se fue.
Muy calma, y muy serena, dispuesta como siempre, a quedarse en el lugar donde
está, la tristeza terminó su baño y sin ningún apuro, o mejor dicho sin
conciencia del paso del tiempo, con pereza y lentamente, salió del estanque...
En la orilla encontró que su ropa ya no estaba.
Como todos sabemos, si hay algo que a la tristeza no le gusta es quedar al
desnudo, así que se puso la única ropa que había junto al estanque, la ropa de
la furia.
Cuentan que desde entonces, muchas veces uno se encuentra con la furia, ciega,
cruel, terrible y enfadada, pero si nos damos el tiempo de mirar bien,
encontramos que esta furia que vemos, es sólo un disfraz, y que detrás del
disfraz de la furia, en realidad... está escondida la tristeza.
Jorge Bucay