El aire que respiras es natural, como el propio proceso
de respirar.
Dirige la atención a tu respiración y date cuenta de que no eres tú quien respira.
Dirige la atención a tu respiración y date cuenta de que no eres tú quien respira.
La respiración es natural.
Si tuvieras que acordarte de respirar, pronto morirías,
y si intentaras dejar de respirar, la naturaleza prevalecería.
Reconecta con la naturaleza del modo más íntimo e interno percibiendo tu propia respiración y aprendiendo a mantener tu atención en ella.
Reconecta con la naturaleza del modo más íntimo e interno percibiendo tu propia respiración y aprendiendo a mantener tu atención en ella.
Esta es una práctica muy curativa y energetizante.
Produce un cambio de conciencia que te permite pasar
del mundo conceptual del pensamiento al reino interno de la conciencia incondicionada.
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