sábado, 23 de julio de 2016

Cada Día Es Un Buen Día




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En el zen se dice: “Cada día es un buen día”. 
Ahora la pregunta es: 
¿qué has de hacer para que cada día sea de verdad un buen día? 
¿Qué has de poseer para poder disfrutar verdaderamente de todos 
y cada uno de los días? 
¡Absolutamente nada! 
No has de hacer o poseer absolutamente nada para ser feliz.
Constantemente te dejas embaucar por la idea de que hacer tal cosa o de que desees tener aquella otra te garantizará el ser feliz. 

Cuando al fin te des cuenta de que esa idea es una quimera, cada día será verdaderamente un buen día, y cualquier año será un buen año.
La luz de la lámpara de la sabiduría alumbra en todas direcciones: 

¡olvida todo lo demás, abandónalo todo!
Nuestra vida diaria nos pone continuamente a prueba: 
nos preocupamos de esto y aquello o creemos estar en serios apuros. 
Pero en realidad nos preocupamos sólo de nuestro propio destino personal; cuando nos liberamos de esa idea, todos los problemas se disuelven.
Unas veces te va bien, otras mal, ¿pero merece realmente la pena dejar que ese humor cambiante de cada momento te "ponga loco"? 

Cuando de una vez te olvides de ello, comprobarás que en realidad todo eso da exactamente igual.
Son sólo tus propios problemas personales los que te preocupan, es sólo tu propia felicidad individual lo que te ilusiona.
Cuando era niño nunca quería perder, pero ahora, con más de ochenta años, ya no me importa.
Si prescindes de todo lo que se refiere únicamente a ti personal e individualmente, siempre tendrás paz. 
Ya no te importarán tus pesares y tu felicidad, ellos no harán que te pases de la raya. 
Mantendrás la calma en cualquier situación, tu ego no aparecerá ya en primer plano. 
Eso es la auténtica satisfacción y conseguirás poner fin a las quimeras justamente cuando te olvides de ti mismo.

Kodo Sawaki Roshi


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